3 mar 2010


"No pocas veces ya he dicho adiós; conozco las horas desgarradoras de la despedida" (Nietzsche)


Y se que ya no estas, cuando esa dama de gris se acerca a mi puerta y me mira, desde lejos, dormir…cuando los domingos de sol me intentan sonreír, como en aquellos días y ahí, recuerdo que te fuiste…Las calles de mi barrio no son lo mismo. Un azul profundo recorre las veredas, dejando de lado los olores de la primavera para regalarme un frío otoño en pleno verano. Si esos remolinos te hacían feliz, si esos sonidos hacían a tu esencia…porque habían de molestarme?? Hubo algo que no nos permitió compartir el mismo tiempo. A veces adulto y a veces niño, eran tus besos las mejores cenas y los más tiernos almuerzos. Y si la vida nos regaló un hasta luego, y no un triste y soberbio adiós, deberé recordate siempre como aquel adulto con sonrisa de infante que llego a mis días para regalarme noches de besos y abrazos, días de amor y delirios…